viernes, agosto 22, 2008

Día 385, viernes

La noche en que presenté mi libro fue más o menos así: llegué al local estresado, me estresé cuando empezó a llegar la gente y me estresé todavía más porque no había proyector para pasar el vídeo que hizo la editorial. Finalmente, se consiguió uno y todo salió más o menos bien. Excepto cuando me tocó hablar a mí y no pude evitar decir que no me gustaba Borges. "No me gusta Borges", dije. También dije: "Entre Borges y Bayly, prefiero parecerme a Bayly". ¡Pero qué tal idiota! Lo que más me gustó fue cuando dije: "No escribí este libro para impresionar a la facultad de letras de alguna universidad privada". De eso sí no me arrepiento. Eso sí me pareció bueno.